sábado, 21 de enero de 2017

Soñando con viajes espaciales

 Lo soñé el 17-01-2017. Aunque lo suba hoy. Jejeje

Este sueño de entre los raros, se lleva la palma. O quizás no. Vosotres juzgáis.
No lo he escrito hasta ahora así que disculpad que no recuerde todo en el orden en que transcurrió.

Estaba en una nave espacial. Parecíamos estar en un ascensor. Subía, subía, subía. Y al final, nos bajamos. Una de mis acompañantes (una amiga que últimamente sale mucho en mis sueños, idk why) no sé muy bien cómo, acababa metida en una lavadora. Pero estas lavadoras eran bastante especiales, porque parecían salir de la nave. Y no te lavaban. Sé que estuvimos un rato en esa nave, pero no recuerdo lo que pasó. Lo siguiente que recuerdo, es estar en un planeta boscoso, con un pelotón militar que estaba colonizando la zona. Habían tirado abajo varios árboles para tener visión y habían abierto un camino entre la maleza. El hombre al mando no parecía muy feliz por ello. Parecía molestarle bastante que hubiesen tocado la naturaleza. Me cayó bien de inmediato.

Ese hombre era el encargado de adecuarnos al planeta, y ayudarnos a sobrevivir allí. La instrucción consistía en observar a la fauna, e imitarla. Varias veces nos dijo que observásemos tal o cuál animal desconocido para muchos pero similares algunos a los de la tierra. Y luego teníamos que imitarlos. Por lo que recuerdo, nos pasábamos más tiempo colgados de los árboles que en el suelo. No vimos animales grandes, ni peligrosos a simple vista. En su mayoría estudiamos distintos tipos de algo semejante a monos, un tipo de camaleón y animales de selva en general.

Luego, este hombre me llevó a un árbol en especial, que había en una zona costera, y me dijo que tenía que aprender a usar las tirolinas. Al principio balancearse era fácil, y podía ir de casa en casa (Sí, había casa construidas allí). El problema llegó, cuando tomé mucho impulso, y en vez de tirarme hacia abajo, quise hacer un círculo. Pensé que llegaría a alguna de las casas de al lado, pero pasé volando por encima de ellas. Las cuerdas, sujetas en mi mano, daban la impresión de que iban a romperme los músculos. Me daba pánico soltarlas. Di casi una vuelta de 360 grados desde el árbol, pasando por encima de las casas, el acantilado, y al fin, la playa, donde acabé cayendo.

Este hombre vino enseguida a ayudarme, aunque no recuerdo si me preguntó si estaba bien. Lo siguiente, fue sentir un retumbar, y al darnos la vuelta, teníamos a una manada)? de hipopótamos, pero en vez de las patas que tenían en la tierra, estos tenían una especie de aletas. Me recuerdan a una especie de Dinosaurio)? que vi una vez en alguno de los documentales sobre los periodos anteriores y posteriores a la extinción de los dinosaurios. Si era un mamífero, posiblemente fuese después de la extinción de los dinosaurios.

El caso, que nos pasaron sin apenas dirigirnos la mirada. Eran enormes, nos sacaban muchos metros de altura. Nosotros eramos más pequeños que sus patas. Nos apartamos y nos quedamos mirándolos un rato.

Luego, no sé que pasó. Me encontré de pronto en una lavadora que subía por el espacio hacia la nave de la que había partido antes.

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