jueves, 2 de marzo de 2017

No me da la gana

Estaba justo ahora mirando el perfil de una tatuadora alemana a la que acababa de encontrar. Es una de estas chicas con casi todo el cuerpo repleto de tatuajes, incluso la cara. Puede que a muchos no les guste, pero a mi me encanta. No es anda raro que me tire horas mirando los perfiles de mis tatuadores favoritos y que busque gente nueva admire el arte que ponen en la piel de las personas y desee ardientemente poder tatuarme de nuevo. Pero esta vez, he sentido un impulso muy fuerte y un sentimiento que no consigo poner nombre, pero que ha dejado un pensamiento muy claro en mi mente.

Ahora mismo no tengo permitido hacerme tatuajes porque a mi familia no le gustan. No estoy de acuerdo con ello, y creo que ya soy mayorcita para responsabilizarme de esas cosas, pero entiendo uno de los motivos por los que no lo tengo permitido, el "no vas a encontrar trabajo". Y es cierto. En España no es fácil encontrar trabajo con tatuajes visibles. No es que yo vaya a tatuarme la cara ahora mismo, pero es difícil. Antes me había importado, pero al ver a esta chica, al ver sus tatuajes y cómo ella vive con ellos y es feliz y tiene trabajo, me ha entrado una especie de calor. Porque no me da la gana el no poder tatuarme por si me cogen o no en un puñetero trabajo, porque no me da la gana preocuparme si me tatúo en el brazo, los dedos o la pierna, porque no me sale de los ovarios esconderlos cada vez que tenga que ir a trabajar o a una entrevista, porque no creo que se pueda juzgar a una persona solo porque lleva tatuajes. NO ME DA LA GANA.

Estoy harta. Y me he decidido. Yo me tatuaré donde quiera, tanto si es visible o no, y si me rechazan porque tengo tatuajes, no es un trabajo que hubiese querido. Y si es necesario buscarme la vida, irme a otro sitio, pues lo haré. Aunque lo pase mal y me cueste al principio, aunque sea difícil para mí, aunque tenga que ahorrar durante mucho tiempo. Prefiero irme y encontrar un trabajo donde se me acepta y valora con tatuajes y todo a tener que ocultar algo que es parte de mí y de quien soy solo porque a ciertas personas les puede parecer "malo", "feo", "indecoroso" o vete tu a saber lo que piensa la gente.

Si yo quiero llenarme el cuerpo de tinta, es MI decisión. No soy menos ni más que otra persona por llevar tatuajes, piercings, rastas, dilatas o lo que demonios sea que lleve. Y me parece muy triste que a estas alturas se siga rechazando a gente en los trabajos por llevar estas cosas porque se considera "poco profesional". Poco profesional puede ser cualquiera, tenga tatuajes o no, vaya en traje o en vaqueros. El respeto es para todos, no solo para los que cumplen con los estándares que la sociedad considera correctos y aceptables. Gracias y buenas tardes.